Viniendo por la A-432 (desde Cazalla), a la entrada del pueblo hay una serie de calles con nombres de provincias andaluzas; aparco, haciendo patria, en la calle Córdoba y desde aquí me dirijo a la contigua calle Manuel Díaz, donde salgo del pueblo, junto al campo de fútbol. Comienzo la subida hacia el primer hito del día, el Cerro del Cura; el camino llega a un tramo hormigonado, donde la pendiente se hace más pronunciada, aunque luego se suaviza, incluso se aplana, antes de llegar al mirador del Cerro del Cura. Lamentablemente la niebla nos impide disfrutar de la vista del pueblo (nos tenemos que conformar con la foto panorámica del panel); el camino (desde Guindales) desciende de nuevo al pueblo, donde podemos ver los tradicionales muros de piedra seca que delimitan los olivares o las tierras para el ganado.
Al llegar a la carretera, se continúa a la derecha hacia la rotonda y luego por una carretera junto a la A-433 (hacia Guadalcanal), que aún tiene algunos tramos asfaltados; tras casi 2 kilómetros por esta carretera, se abandona por otra más interesante a la izquierda, la Cañada Real de Merinas (en la que se ve una flecha amarilla, ya que es el trazado de una ruta de peregrinación jacobea, el Camino de la Frontera, que continúa hacia Guadalcanal). El camino, bordeado por una olmeda, discurre paralelo al arroyo de la Rivera de Benalija (aunque está prácticamente seco) y un corto sendero nos lleva a la Cueva, un ensanchamiento del arroyo que desciende por una ladera con un pequeño lago dentro de una cueva.
Más adelante, el camino se bifurca; continuando por el de la derecha, me acerco entonces al arroyo de El Pueblo, antes de volver al camino que luego enlaza con el que sale a la izquierda y desemboca en la A-432. Continúo hacia la derecha por esta carretera durante unos 700 metros, y luego por un camino a la izquierda (Camino Siete Caminos), que conduce a la ermita de la Virgen de las Angustias, patrona de Alanís. Fue erigida para conmemorar una victoria sobre los “moros” en el cercano valle de Matamoros. Los dos primeros tramos datan del siglo XV y el tercero, y la capilla mayor, del siglo XVIII. El retablo mayor, de estilo gótico, tiene un grupo escultórico de la Piedad, con San Juan y la Magdalena, del siglo XVI, que fue destruido, al igual que la imagen original de la Virgen de las Angustias, también gótica, al inicio de la Guerra Civil.
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